jueves, 7 de octubre de 2021

Amazonas

El río Amazonas en nuestra llegada a Iquitos

A pesar de haber concluido hace apenas un día el Camino Inca, tras un breve paso por Cusco ( visita de la Laguna Humantay) y de realizar una ruta por la parte sur del Perú, emprendemos de nuevo viaje con una ruta que a mi especialmente me hace mucha ilusión, y que llevo tiempo deseando realizar, mucho más salvaje y totalmente diferente de lo que he visto hasta ahora en este viaje y en otros realizados. Me refiero a la ruta por el AMAZONAS. Por la mañana temprano, nos trasladamos al aeropuerto para tomar el vuelo hacia Iquitos. El vuelo fue corto y se nos hizo más breve observando el increíble paisaje que a través de la ventanilla se desplegaba ante nuestros ojos. Una interminable llanura verde que se extiende en todas direcciones, y por la que discurren las aguas de los ríos que componen esta región. ¡ESPECTACULAR!. Tras aterrizar en Iquitos, y nada más salir del avión, nos recibe la gran humedad que predomina en el ambiente, junto con la temperatura también alta que predomina en la zona.
Barcaza en las orillas del río Amazonas
Es la metrópoli más grande de la Amazonía peruana. Está establecida en la Gran Planicie y rodeada por los ríos Amazonas, Nanay e Itaya y el Lago Moronacocha. La ciudad solo tiene conexión aérea y fluvial al resto del país, había un turismo que iba creciendo exponencialmente, hasta antes de la Pandemia. Iquitos fue una de las zonas del Perú más golpeada por el Covid-19. Se ha convertido en una importante ciudad cosmopolita de fuertes raíces amazónicas con un notable complejo histórico, una característica gastronomía, paisajes amazónicos, vida nocturna y un creciente movimiento cultural. Salimos del pequeño aeropuerto donde nos está esperando un minibús que nos llevará a través de Iquitos, hasta las mismas orillas del río Amazonas. Allí cogemos un bote rápido, para al menos durante 2 horas, recorrer 140 kilómetros, río arriba hasta llegar a nuestro destino el Lodge Muyuna, donde nos alojaremos durante nuestra estancia en este paradisíaco lugar. Durante el recorrido observamos la enorme y gran biodiversidad de esta zona, y lo afortunados que somos por estar aquí, otro de los lugares únicos de la Tierra
 

Cabañas en el Muyuna Logde
Tras este primer contacto con el río y su ecosistema, llegamos al Muyuna Lodge. La primera impresión del Lodge fue muy buena. Situado junto al río, con cabañas de madera y rodeados por la espesa selva amazónica parecía un lugar paradisíaco en dónde el canto los pájaros se entremezclaban con los sonidos de otros animales de la selva , haciéndote sentir que te encuentras en plena naturaleza y en un entorno único y privilegiado. Elegí este alojamiento porque siempre que realizo viajes a lugares excepcionales, intento que haya un respeto máximo por la naturaleza y las personas (población local) que componen ese entorno. Todo ello para que la acción de las personas (turistas y visitantes) causen el menor daño al lugar que estamos visitando, y conservar todo el encanto, que lo hace único. 

MUYUNA LODGE

Mapa ubicación del Muyuna Lodge
Aquí han creado una alianza con San Juan de Yanayacu. Juntos cuidan el hábitat, los animales y la selva. Contratan a gente de la población de San Juan, de esta manera, los pobladores se involucran en la ecología, mientras se benefician económicamente. La vida en la selva es difícil. El suelo es pobre y la agricultura no es beneficiosa. En mayo la selva se inunda. Los pobladores practican técnicas antiguas para abastecerse de la selva, como la recolección, pesca y caza. Sin embargo, al trabajar en Muyuna y ver como los viajeros vienen desde tan lejos para observar a los animales en libertad, ellos han empezado a revertir sus costumbres y por eso ahora no cazan mamíferos.

Aparte de esto, el Lodge se compromete a brindar medicinas, transporte fluvial, apoyo logístico, entre otras cosas. A sus empleados y colaboradores les pagan un sueldo justo, de acuerdo a las leyes del Perú. Por eso desde aquí, aprovechando este blog y desde estas líneas te recomiendo que si vas a visitar la Amazonía peruana, visites y te alojes en el Muyuna Lodge, para aprender lo máximo posible sobre este lugar, con anécdotas y costumbres de las personas que componen esta localidad. Al igual que nos pasó a nosotros mientras nos alojábamos allí, seguro que se darán las condiciones para que tengas una experiencia de lo más auténtica.

Muyuna es una palabra quechua que quiere decir “remolino”. Francisco Izquierdo, escritor peruano, en su libro Muyuna se encargó de darle un significado más poético: “remolino del río de la vida que atrapa inmisericordiamente al navegante desprevenido”. Según la leyenda, quien cae en una Muyuna queda atrapado de por vida. Todo es posible gracias al apoyo de San Juan de Yanayacu. Sin ellos el Lodge Muyuna no existiría. Al estar conviviendo con ellos aprendes cosas día a día en este paisaje sin igual, que seduce tanto, a pesar de estar alejado de la vida, que solemos llevar normalmente, o precisamente por eso. Te encuentras en un paraíso natural especialmente elegido por la riqueza y la biodiversidad de la selva, en la Reserva de Tamshiyacu-Tahuayo.

Nada más llegar somos recibidos por todo el equipo del Lodge dándonos una calurosa bienvenida, para acto seguido nos acompañan a nuestra cabaña. Las cabañas donde vamos a alojarnos contaban con una habitación muy espaciosa, con  dos camas de gran tamaño y un  mobiliario que consistía en un escritorio, donde cada mañana nos encontrábamos un pequeño obsequio por parte de la dirección. Toda la habitación esta forrada con mosquitera y la iluminación de la misma al igual que la del resto del Muyuna Lodge es con lámparas led no muy potentes y de bajo consumo. Dos pequeños ventiladores colgaban del techo de construcción tradicional con las hojas entrelazadas de las palmeras que hay en la propia selva . Gracias a la mosquitera que cubre la habitación estamos a salvo de los mosquitos y demás insectos de alrededor, pero además podíamos observar cómo estaba construida la cabaña donde íbamos a estar. Todo el complejo funciona con energía a través de paneles solares. A un lado la habitación se encontraba un baño completo, con agua corriente y una ducha espertacular, surtida con todo tipo de champú y geles para el baño. Pero lo que a mí más me gusto y sabía que me lo iba a encontrar es una pequeña terraza que daba a la selva con dos hamacas para nuestro uso y disfrute. ¡ESPECTACULAR!.
Atardecer en el río Amazonas
 
Somos muy afortunados por estar rodeados de un entorno sin igual y sin duda no hay mejor manera de terminar este fantástico viaje. Estamos encantados con el alojamiento y llega el momento que nos presenten a los que serán nuestro guía y el capitán de la barca, de las distintas actividades que vamos a realizar durante nuestro alojamiento en el Muyuna Lodge. No lo sabíamos entonces, pero la convivencia con estas dos personas y sobre todo con el guía, van a resultar fundamental a la hora de disfrutar al máximo el entorno único donde nos encontramos y lo que supone el día a día para la población local. Ellos son Alberto (guía) y Joel (capitán). Tras las presentaciones subimos en la barca y recorremos tranquilamente el río Amazonas para contemplar un maravilloso atardecer.
Regresamos al Logde donde nos presentan a los que serán nuestros compañeros de grupo durante nuestra estancia. Son un matrimonio de Barcelona y están empezando el viaje recorriendo Perú . Ellos lo están haciendo de la manera inversa a nosotros, o sea, empezando por el Sur, para luego ir subiendo hacia el norte y terminar en Lima. Disfrutamos de una increíble cena que no nos deja de sorprender lo rica y buena que está a pesar del lugar donde nos encontramos. Consiste en pescado del propio Amazonas, y cocinado envuelto con una hoja de gran tamaño, acompañado con arroz y verduras. En toda nuestra estancia en el Lodge, siempre había en la zona central (comedor-recepción) a nuestra disposición todo tipo de frutas (muchas ni las conocíamos, y tenían que explicarnos cuáles eran), dos fuentes de agua (perfectamente tratada) para rellenar las cantimploras, e infusiones de todo tipo.

Cena en el Amazonas

Durante todo el viaje nunca nos ha dejado de sorprender lo bien y lo sano que hemos comido, pero en este lugar privilegiado en plena naturaleza, tenemos a nuestra disposición siempre productos naturales del entorno que nos rodea. Otra experiencia más que agradable a la hora de decantarte por alojamientos de este tipo. Nada más terminar de cenar nos colocamos el frontal en la cabeza, el repelente para los mosquitos, estando listos a realizar un paseo nocturno por el río Amazonas, contemplando su fauna nocturna. Desde ese instante disfrutamos del sonido ensordecedor del silencio de la selva , mientras Alberto nos cuenta lo que podemos encontrar en el río, y su intención de mostrarnos una cría de caimán.

El silencio es absoluto, roto solo por el sonido de los peces que saltan en el río a nuestro paso, el de la gran variedad de aves que habitan en este ecosistema, y las ranas y sapos con su croar en las orillas del río. La voz de Alberto, guía a Joel para que dirija la embarcación por las zonas que él por experiencia sabe que podemos encontrar algún animal. El primer sobresalto se produce cuando algo choca contra nuestra barca, y claro nos quedamos aún más quietos y en silencio, era un caimán. Rápidamente Alberto empieza a barrer la orilla del río con un potente foco que lleva, pudiendo ver como pequeños ojos nos observan, ahora claramente, pero que un momento antes, éramos totalmente ajeno a ello. Paramos en varias zonas en la orilla, pero sin nada que ver.

Capibara en el río Amazonas

Finalmente podemos observar a una familia de Capibaras nadando adelante de nosotros. Los Capibaras son roedores semiacuáticos de gran tamaño que habitan en manadas cerca del agua en regiones de clima tropical, subtropical y templado desde Panamá hasta el centro-este de América del Sur. Es el roedor viviente con mayor peso del mundo, y algunas comunidades de estas regiones los identifican con el nombre común de ¨roedores gigantes¨ debido a su gran tamaño. Por fin conseguimos avistar a un grupo de Capibaras y sus crías, mientras comen en la orilla. No se puede expresar la sensación de ver a estos grandes roedores en su hábitat natural mientras comen delante de nosotros, que guardamos el más absoluto silencio para no molestarles ni asustarles.



Alberto con la cría de  Caimán
Es un momento mágico, seguimos recorriendo el río, pero ninguno sabe lo que nos espera todavía, ya que nos falta el gran final. Creíamos que lo que nos dijo al principio sobre coger una cría de caiman sería una broma, pero vemos que va muy en serio cuando tras varios intentos fallidos y ante nuestros ojos, con un rápido movimiento de brazos, saca del agua cría de caimán. No podemos dejar de creerlo, ha sido muy rápido y no podemos ni siquiera pensar en la pericia y experiencia que requiere algo así. Primero localizarlo, no asustarlo y capturarlo sin hacerle daño y mostrándonos para verlo. Nos explica cómo debemos cogerlo con mucho cuidado para que el animal no sufra ningún daño, ni tampoco ninguno de nosotros.
CAPTURA DE LA CRÍA DE CAIMAN Sin duda es una de las experiencias más alucinantes vividas durante el viaje. Volvemos encantados, como si estuviéramos viviendo algo increíble en un lugar paradisiaco, un sueño que se está haciendo realidad. Para recalcar esta sensación, nos vemos rodeados de una niebla persistente por el contraste producido en la temperatura de las aguas, debido al calor que hace durante el día, y a estas horas de la noche cambia bruscamente, por lo que nuestro avance por las aguas del río lo realizamos envueltos en una espesa niebla. Llegamos al Muyuna Lodge y tras bajar de la barca, nos despedimos efusivamente tanto de Alberto y Joel, como de la pareja de Barcelona. Hemos quedado temprano a la mañana siguiente para continuar con las actividades programadas.
Nos disponemos a pasar nuestra primera noche en este maravilloso lugar. La cabaña está a más de un metro del suelo y desde esta primera noche como las siguientes, tenemos la sensación de estar durmiendo en mitad de la selva. A oscuras pero con la compañía de una sinfonía compuesta por los sonidos de animales de todos los tamaños al pasar volando junto a la cabaña, caminando bajo ella o mientras saltaban de rama en rama por los árboles cercanos. La selva nocturna es mucho más animada que la diurna, y aunque en anteriores viajes ya había experimentado algo parecido durante mis noches en la sabana africana, en la selva es una experiencia nueva. De esta manera y a pesar de la oscuridad que nos rodea y teniendo muy presente los sonidos de los animales que nos rodean, pasamos nuestra primera noche en el Amazonas.

 * Para la elaboración y desarrollo de este artículo se han tenido en cuenta los datos obtenidos a través de la Wikipedia, y las propias experiencias vividas durante el viaje. (Fotografías e ilustraciones originarias de Pedro García Barbudo).

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