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Iglesia de la Inmaculada Concepción en Yanque
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Nos tenemos que levantar muy temprano (5:30 de la mañana), para salir hacia el
Cañón del Colca,
ya que es aconsejable madrugar para llegar temprano y evitar
aglomeraciones, y observar mejor desde el mirador. Los amables empleados del
Hotel nos preparan un estupendo desayuno a pesar de la hora tan temprana que es, sorprendiéndonos con un pequeño recipiente de barro en donde se encuentran los panes recién horneados, y así se puedan conservar calientes. Una vez que hemos desayunado y cuando
Irene, nuestra guía pasa a recogernos, emprendemos camino hacia la
Plaza de Armas de
Yanque.
Allí antes de partir, paramos un momento para disfrutar de una
danza típica que se realiza los domingos. Se pueden apreciar la riqueza y la belleza de la vestimenta típica de los
andes. Paseamos entre los puestos donde venden productos típicos como los
gorros andinos, bufandas, guantes,
mantas y otras prendas, todas hechas a base de lana de
Alpaca. Yo no desaprovecho la ocasión y me compro un
Chullo (
gorro andino) por
12 soles
(al cambio, no llega a los
3 euros).
Iniciamos la marcha hacia el
Cañón del Colca, y vamos subiendo poco a poco. El
cañón ha sido sujeto a una serie de procesos que han
modelado su
fisiografía hasta llegar a formar su paisaje actual; ocasionando el desgaste y la modificación
del
Valle del Colca a través de las diversas
eras geológicas. En estas zonas las tierras forman
terrazas que son aprovechadas
para
los cultivos. Están rodeadas por
muretes (pequeños muros) hechos de
piedras volcánicas, abundantes en la zona, que absorben más el calor del día, y además de proteger a los cultivos del frio, por la noche sueltan el calor acumulado, creando un
microclima propicio para la
agricultura en altitud, por eso estas formaciones son típicas de la
agricultura
de montaña.
CRUZ DEL CÓNDOR
Tras 30 minutos dentro
del minibús llegamos a la Cruz del Cóndor. Hicimos bien en madrugar y salir temprano, porque a pesar de la hora que es ya se puede observar que hay bastante gente, pero podemos coger unos buenos lugares de observación, tanto desde el mirador principal colocado en la parte superior, como del otro inferior y más pequeño, que es el que Marcelo y yo vamos visiitar en primer lugar, debido a que en este hay menos gente. Desde este lugar, nos encontramos cara a cara con impresionantes montañas que parecen ser
más pequeñas de lo que realmente son, pero claro, estar a 3.300 metros de
altura puede llevarte a engaño.
Los picos con nieves perpetuas de enfrente se elevan hasta los
5.000 metros de altura. Tendremos un impresionante escenario, un abismo de
1.200 metros de profundidad, en cuyo fondo corre el
río Colca,
y, en el lado opuesto, las paredes del
cañón exceden los
3.000 m de
altitud. Desde este impresionante lugar tenemos la gran suerte de poder apreciar el vuelo de
Su Majestad el Cóndor.
Es grande y negra, con
plumas
blancas alrededor del cuello y en partes de las alas. Sus crías se diferencian fácilmente porque son de color marrón y suelen ser también de un gran tamaño. La cabeza carece
de
plumas y es de color rojo, pudiendo cambiar de tonalidad de acuerdo
con el estado
emocional del ave. A diferencia de la mayor parte de las
aves de presa, el macho es mayor que la hembra.
Alcanza la madurez sexual a los cinco o seis años de edad y anida entre los
1.000 y 5.000 metros sobre el nivel del mar, en formaciones rocosas inaccesibles. Posee una tasa de
reproducción muy baja; se espera que ponga al menos un huevo cada dos
años.
Es de las aves más
longevas que existen, pudiendo alcanzar la edad de
setenta y cinco años en
cautiverio. Resulta increíble poder contemplar un animal de
1,5 metros de altura y
3 metros
de envergadura, que puede llegar hasta los
15 kg de peso, sobrevolar este inmenso y profundo
cañón sin esfuerzo y apenas sin mover sus grandes alas.
Usan el aire caliente que asciende desde el
cañón para planear por encima de nuestras cabezas, por lo que este
lugar se ha convertido en uno de los mayores hábitats de estas
enormes aves carroñeras en peligro de extinción. Quedamos sorprendidos por la belleza de las imágenes y de estos increíbles animales realizando su majestuoso vuelo. Una experiencia inolvidable y única en
Sudamérica.
Tras esta maravillosa experiencia nos ponemos de nuevo en camino, y nada mejor que poderlo celebrar con un
brindis en uno de los muchos
miradores que hay a lo largo de la ruta. Además en este hay un pequeño puesto que sirven
"Colca sour"qué es la versión en el
Cañón del Colca del famoso
pisco sour (Cóctel preparado con
pisco y zumo de limón). La gran diferencia es que en lugar de poner
zumo de limón los lugareños utilizan el jugo del
Sancayo;
también llamado
sanky, considerado como el fruto olvidado de los
Incas.
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Plaza de Armas de Chivay
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Como la mañana va pasando y está teniendo muchas emociones, normal que a estas alturas también se nos vaya abriendo el apetito, y por fin nos dirigimos a
Chivay, para poder descansar y comer en un restaurante tradicional. Esta localidad fue duramente golpeada durante la
Pandemia del
Covid-19, siendo una de las más afectadas en todo el
Perú, de ahí que al entrar nos encontramos con medidas más estrictas para acceder a ella.
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Iglesia de la Asunción de Chivay
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Fumigan las ruedas de los vehículos que entran además del interior de los autos. Tras coger nuestra guía
Irene los permisos y entradas correspondientes, accedemos a esta bonita localidad.
Chivay capital del distrito con el mismo nombre está ubicada en la
provincia de Caylloma en el
departamento de Arequipa. Situada a
3.635 metros sobre el nivel del mar, en la vertiente occidental de la
cordillera de los Andes, en la parte alta del
cañón del Colca. Su nombre proviene del término
quechua "chuway" o
"chuwa" que significa
'plato de barro' por la forma del pueblo.
Al pasear por ella no podemos dejar de visitar su hermosa
Plaza de Armas. Es un lugar hermoso, rodeado de montañas, decorada con estatuas vestidas con trajes típicos, además destaca la gran fuente central y la
Iglesia de la Virgen de la Asunción. Se puede observar una
Gran Cruz recortada en la ladera de la montaña que hay justo encima de la
Iglesia.
A lo largo de la
Plaza de Armas podrás encontrar puestos de venta de
artesanía local, cuyas vendedoras van ataviadas con trajes tradicionales. Veo a tres chicas con trajes típicos practicando un baile, y sin dudarlo les pregunto amablemente si nos podemos hacer unas fotos con ellas, a la vez que contemplamos la belleza de sus trajes. Se ofrecen gustosas y con mucha amabilidad, obteniendo una bonita foto para el recuerdo y otra experiencia más. La
Iglesia de la Virgen de la Asunción, es una
construcción colonial, del
siglo XVIII,
presenta una planta de
cruz latina, en cuyos brazos, es posible
distinguir la construcción de dos
capillas que, tienen como
peculiaridad, presentar una menor altura que el conjunto religioso y
presentarse como un falso
crucero.
Conformado por una única nave, se
encuentra coronado por
una
bóveda de cañón; también se distingue la presencia de dos
torres de planta cuadrada; las inscripciones que hay
en sus cuatro campanas, son el testimonio posible de la fecha de su
fundación. Tras la visita nos volvemos a reunir en la
Plaza de Armas, desde donde partimos para ponernos en ruta hacia las montañas, e ir subiendo poco a poco, hasta llegar al punto más alto de la ruta, el
Mirador de los Andes o
Mirador de los volcanes, a
4.910 metros sobre el nivel del mar. En esta ocasión sí vamos a poderlo visitar, porque la primera vez que pasamos, debido a la situación meteorológica no pudimos parar.
* Para la elaboración y desarrollo de este artículo se han tenido en cuenta los datos obtenidos a través de la Wikipedia, y las propias experiencias vividas durante el viaje. (Fotografías e ilustraciones originarias de Pedro García Barbudo).
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