Arequipa I

Basílica Catedral de Arequipa

Después de pasar una noche viajando en bus local llegamos por la mañana temprano a la ciudad de Arequipa (traslado al hostal "Maison Verde"), y tras dejar nuestras cosas en la habitación tenemos todo el día para conocer esta hermosa ciudad. La rodean 3 volcanes (Chachani, Misti  y Pichu Pichu) y es la capital de la época colonial en Perú. Es la segunda ciudad más poblada del país, después de Lima, y es considerada por algunos como la "Capital Jurídica del Perú". Constituye un importante centro industrial y comercial, considerada como la segunda ciudad más industrializada y con mayor actividad económica en Perú, destacando los productos manufacturados. Su casco histórico, fue declarado en el año 2.000 Patrimonio Cultural de la Humanidad por la Unesco.​ Destaca la arquitectura religiosa virreinal y republicana producto de mezcla de características españolas y autóctonas, que constituyen una propia escuela estilística denominada "Escuela Arequipeña". Comenzamos el recorrido por las calles del centro histórico de la Ciudad Blanca, el nombre por el que también es conocida Arequipa, gracias a las numerosas y tradicionales construcciones de sillar, un tipo de roca volcánica de color blanco que podemos encontrar por toda la zona. En su centro histórico, se encuentra la Plaza de Armas, una imponente plaza principal, y al norte de ella está la Basílica Catedral neoclásica del siglo XVII, que alberga un museo donde se exhiben obras de arte y objetos religiosos. Si subes a sus tejados podrás observar unas vistas increíbles de toda la ciudad bajo la atenta mirada del volcán Misti.

Visitamos el popular Mercado de San Camilo. Sin duda como en la mayoría de las poblaciones, el mercado tradicional es para mí un lugar de visita obligatorio si quieres empaparte de la cultura del lugar. El mercado de cualquier ciudad es el mejor lugar para poder observar a sus ciudadanos en el día a día, realizando sus compras rutinarias o haciendo un descanso en su jornada laboral para saciar el apetito. Resulta imprescindible pasear por sus coloridos pasillos de la fruta, dónde una explosión de color llamará nuestra atención mientras caminamos entre una gran variedad de frutas y hortalizas, muchas conocidas pero otras tantas totalmente novedosas para nosotros. También nos sorprendió mucho la enorme variedad y tipos diferentes de papa (patatas) que vendían. Nos quedamos sorprendidos al pasar por la zona de los jugos (zumos) donde hay infinidad de ellos y los cuales nos ofrecen al pasar. Al final decidimos compranos un rico bocadillo de chicharrones por 4,5 soles (1 euro). 

 

 

 

 

 

 

Pórtico de la Iglesia de la Compañía

Tras la visita a este famoso mercado nos dirigimos hacia la preciosa Plaza de Armas de Arequipa, aunque de camino nos topamos con una estampa a la que acabaríamos acostumbrándonos pero que la primera vez que la observas te impresiona, la silueta del emblemático volcán Misti que se yergue poderoso al final de cualquier calle o, como en este caso, tras los muros de la Iglesia de la Compañía. Esta iglesia es otro de los monumentos imprescindibles que hay que visitar de la ciudad, siendo un claro ejemplo destacado de la arquitectura mestiza. En la puerta lateral podemos observar la imagen del Apóstol Santiago luchando contra los musulmanes.

Apóstol Santiago contra los musulmanes

Destaca la portada típica del barroco peruano hecha a base de piedra labrada en la que encontramos numerosos detalles ornamentales propios de los templos cristianos de la península ibérica que conviven en perfecta armonía con otros elementos decorativos incaicos y preincaicos de gran calidad. En el interior de esta iglesia jesuita destaca el Retablo cubierto de pan de oro del altar mayor y una importante colección de lienzos realizados por la famosa escuela cusqueña de pintura. Al salir al exterior se aprecian los arcos de los soportales de la Plaza de Armas, situada a unos pocos metros tras el patio enrejado que tenemos delante.

Fuente con "El Tuturutu"

Esta Plaza de Armas está considerada como la más bella de todo Perú. Es uno de los principales espacios públicos de Arequipa y el lugar de fundación de la ciudad. Está ubicada en el Centro histórico de Arequipa. En el centro de la plaza hay una pileta de bronce con una escultura hecha de cobre de un "duendecillo" con una trompeta, se dice que alguna vez tuvo alas, pero con los años se perdió, esta escultura se conoce como "El Tuturutu". Era un personaje de baja estatura que gozaba de la confianza del Inca Mayta Capac por ser su mensajero oficial ante los dioses y soldados. El nombre de Tuturutu fue tomado del sonido del instrumento que utilizaba este personaje (pequeña trompeta), para anunciar al Inca sobre la llegada de alguna encomienda. Cuando la gente escuchaba el sonido ¡Tuturutúúú. Tuturutu! sabían que recibían semillas y víveres. "El Tuturutu" de tanto repartir de día y de noche, una mañana amaneció muerto y petrificado por una ola de frío y desde entonces se convirtió en el vigía permanente de la Plaza de Armas de Arequipa. Paseando por sus soportales, de arcos semicirculares y techos abovedados, o por la zona ajardinada del interior, descubrimos una arquitectura donde predomina de nuevo el sillar en cada edificio y monumentos que rodean la Plaza de Armas.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Basílica Catedral de Arequipa

 

Dimos una vuelta por la Plaza de Armas, para contemplarla y hacer las fotos de rigor, luego nos encaminamos hacia la Catedral, dónde en pocos minutos podíamos hacer una visita guiada tanto por el interior, como por sus tejados, así que pagamos los 10 soles (2 euros) que vale la entrada normal, siendo una visita recomendable a la vez que barata. Durante el recorrido te dejan llevar la cámara de fotos o vídeo, aunque en la zona del museo en la que se exponen numerosos objetos de arte sacro, y con un gran valor (hechos de plata, oro y piedras preciosas), no esta permitido ni grabar ni sacar fotografías.

Jesús del Gran Poder

Virgen de la Milagrosa

Un amable funcionario de la propia Catedral es el que nos va a servir de guía, y nos comunica desde el principio al terminar la visita se puede dejar una propia por el servicio, pero que no es obligatorio. Comienza en la primera planta de la Catedral, dónde ha sufrido numerosas modificaciones desde su construcción a mediados del siglo XVI a causa de algún incendio y los numerosos terremotos que asolan esta zona del país cada cierto tiempo. El estilo predominante es el neorrenacentista, y está construida completamente en sillar (piedra volcánica) como la mayoría de edificaciones de esa época. Nada más entrar nos encontramos con el enorme "órgano de Loret",  de origen Belga, es de los más grandes que hay en toda Sudamérica.

Nave central de la Catedral

San Pedro

Continuamos la visita por la nave central, donde observamos en los laterales, las figuras de los 12 Apóstoles, parecen que están hechas en mármol, pero el guía nos explica que son de madera acabadas con "Estuco Veneciano" y pintadas producen la sensación del mármol. Según vamos avanzando por la nave central nos encontramos con un impresionante Púlpito, tallado en madera de encina. Antes se usaba en ocasiones especiales, o visitas de altos cargos de la iglesia, pero en la actualidad está en desuso. Lo que más llama atención del Púlpito, es la impresionante figura del "Diablo" en la parte inferior, derrotado, por la palabra de "Dios", que se decía desde la parte superior del oratorio. 

 

Llegamos al altar mayor hecho de mármol de Carrara en donde observamos como a cada lado se encuentra una espléndida Sillería del Coro (llamados Estalos) toda de madera, reservada para las ocasiones especiales y los miembros del Clero. Después pasamos a visitar las salas en donde esta prohibido sacar fotografías y vídeos, donde contemplamos diversas piezas de orfebrería religiosa, ornamentos litúrgicos y pinturas del pintor peruano Francisco Laso. La mayoría de las piezas están realizadas con plata y oro e incluso vemos como hay incrustaciones de piedras preciosas. Nos cuentan que muchas de ellas han sido donadas por las familias influyentes de la época como favor y ofrenda a la iglesia, y que formaban parte de la propia pieza en sí. 

 

Continuamos la visita y subimos a la Segunda planta para acceder a una sala con la vestimenta de altos cargos del Clero, así como un "solideo" (gorro) perteneciente al Papa Pio XI. Desde está planta podemos observar el interior del enorme órgano de la entrada, así como las piezas que fueron dañadas y sustituidas tras un terremoto. Subimos y accedemos al campanario de la Catedral y su cubierta, dónde contemplamos una vista asombrosa de la Plaza de Armas, el volcán Misti o los otros volcanes que la rodean, como el Chachani o el Pichu Pichu.

Campanario de la Catedral Basílica de Arequipa

Lamentablemente la imagen que tenemos del Misti es la de su cima cubierta con nubes, por lo que se nos priva de una de las vistas más bonitas de este espectacular volcán. Es impresionante el campanario con sus 8 campanas. Dos de ellas están ligadas al reloj y suenan cada 15 minutos, ubicadas en la torre derecha. En la otra torre se encuentran 6, donde destaca la más grande de todas. Con un peso de 5 toneladas, que al igual que el resto solamente es soportado por maderos y cuerdas. La más antigua de todas data de 1.841 y ni siquiera el último terremoto a pesar de dicha sujeción, consiguió que se cayeran, cosa que sí que ocurrió con parte de la torre que cayó a la Catedral y que produjo los daños en el "órgano de Loret" . Esta fue la parte de la visita que más me gustó, porque contemplar la ciudad de Arequipa desde uno de los puntos más altos, la Plaza de Armas y la montaña solitaria del grandioso volcán Misti, es de los mejores recuerdos que tengo de esta ciudad. Al terminar nos despedirmos del guía agradeciéndole la visita con una propina de 10 soles (2 euros) cada uno.

     

* Para la elaboración y desarrollo de este artículo se han tenido en cuenta los datos obtenidos a través de la Wikipedia, y las propias experiencias vividas durante el viaje. (Fotografías e ilustraciones originarias de Pedro García Barbudo).